viernes, 26 de abril de 2013


Hoy en día, la administración de tesorería ha venido siendo un factor de alto interés en su gestión, es complejo, existen innumerables variables y elementos que deben ser consideradas en el momento de tomar una decisión de endeudamiento o de consecución de recursos, bien sea a corto o largo plazo.
La tesorería es el principal aspecto monetario de una empresa. La tesorería hace referencia al dinero que tiene una empresa en: Caja, y Cuentas bancarias.

El entorno económico de tasas de interés muy altas en un ambiente recesivo, con devaluación progresiva anunciada, que acompaña a la tasa de inflación; y con la cadena de cobranzas inestable o cortada, entre otras características, le da una especial relevancia a la función del tesorero a la tesorería.


Es por ello que en finanzas no todas las leyes, reglas o parámetros son universales, puesto que cada empresa, cada negocio tiene elementos diferentes que condicionan y modifican la estructura de financiación.

La tesorería es una de las funciones críticas dentro del área financiera, pues debe administrar el flujo de caja con una cierta tasa de rentabilidad de oportunidad para ese mercado. Ese flujo es muy propio de cada industria, de cada tipo de negocio, y de cada empresa en particular, con sus productos y servicios. Influyen también las características del país, las tendencias y las estacionalidades, así como el contexto político y regulatorio.

Gran parte de la gestión de tesorería está asociada con ritmos y velocidades de cobros y pagos, la mayoría de los cuales pasarán por los bancos. Entre los actores internos y externos que se mueven alrededor de la tesorería, clientes, proveedores y bancos, estos últimos tienen la característica de ser la plataforma sobre la cual se efectúan las transacciones.

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